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Llegó el 2020, y estamos a punto de vernos al espejo, y diremos: «nos hicimos viejos».
Irène Némirocsky, el espejo y la huella que se esfumó. El año se fue con el último domingo de la década, se fue con el avión que iba lleno de miradas a las sombras del cielo. Como aquella merideña que se fue en el 2010, y ahora camina triste. Como el falc…